Los Estudiantes de la Biblia y la Política


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¿Un Estudiante de la Biblia puede participar en la vida pública en algún partido político? ¿Los Estudiantes de la Biblia votan?
El consenso general entre los Estudiantes de la Biblia es que el cristiano debe evitar tales cosas. Vea, por ejemplo, la traducción parcial del siguiente artículo publicado en El Heraldo de septiembre/octubre de 2006:
El cristiano y la política — Un mundo dividido
¿Qué partido político de los Estados Unidos los Estudiantes de la Biblia deberían apoyar: el Partido Demócrata, el Republicano o algún otro partido? Esto sería lo mismo que preguntar a los apóstoles: ¿Qué grupo político/religioso apoyaría, los fariseos, los saduceos o los herodianos? Como Estudiantes de la Biblia, nuestro apoyo es a nuestro Señor y al reino que él está estableciendo, no a los “cielos” y “tierra” presentes reservados para la destrucción. (2 Pedro 3:7) Durante esta Edad del Evangelio, las Escrituras advierten a los cristianos a permanecer separados de los asuntos terrenales: “Porque nuestra ciudadanía está en los cielos.” (Filipenses 3:20) “Ahora, somos embajadores de Cristo.” (2 Corintios 5:20) “Si mi reino fuera de este mundo, mis siervos lucharían.” (Juan 18:36) “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.” (2 Timoteo 2:4) No hay ejemplos en el Nuevo Testamento de cristianos que entran al ámbito político. Los ciudadanos del cielo no deben quedar enredados en la política de la Tierra. Aquí en la Tierra, un embajador no debe interferir en la política de su país anfitrión. Aquellos de la Nueva Creación están siendo preparados para una obra futura como reyes y sacerdotes de la Tierra. (Apocalipsis 20:6) Deben ser pacientes, someterse al cronograma de Dios para cambiar el mundo y no caminar delante del Señor como el Rey Saúl, cuando él personalmente ofreció sacrificios a Dios porque Samuel no estaba allí (1 Samuel 13) Saúl pagó caro por esa transgresión. Hay quienes están trabajando arduamente para hacer de América una “nación cristiana”. Aunque a veces podamos admirar sus buenas intenciones, se están adelantando a Dios y trabajando contra sus planes para destruir los cielos presentes (arreglos religiosos) y la Tierra (gobierno civil) (véase Daniel 2:44)

Así, en general, los Estudiantes de la Biblia no participan en la vida política. No suelen votar. Pero si alguien decide hacerlo, no sería “desasociado” (expulsado). Probablemente, tal persona no ejercería ningún cargo de instrucción en una eclésia (anciano o diácono), pues la mayoría de los cristianos consagrados decidiría no elegirlo a una posición de enseñanza en la congregación.